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Los temores persisten…

La última semana de febrero de 2025 en los mercados de capitales de Estados Unidos estuvo marcada por una volatilidad persistente, incertidumbre política y señales económicas mixtas. A continuación, se presenta un resumen de los eventos más destacados, basados en el análisis de los movimientos diarios del S&P 500, los bonos del Tesoro, las materias primas y otros indicadores clave.

Lunes 24: Un comienzo flojo

La semana arrancó con altibajos para el S&P 500, que cerró con una caída del 0.5%, reduciendo las ganancias anuales a poco más del 2%. Los bonos del Tesoro mantuvieron su fortaleza reciente con una demanda modesta, mientras que el petróleo subió ligeramente a $71 por barril y el oro alcanzó un nuevo récord de $2,953 por onza. Bitcoin, por su parte, cayó a $94,200, y el índice de volatilidad VIX se estabilizó por debajo de 19 tras coquetear con 20. El rebote del mercado tras las pérdidas del viernes previo fue tibio, afectado por preocupaciones sobre una desaceleración económica tras datos débiles recientes. Las acciones vinculadas a la inteligencia artificial, como Nvidia y Broadcom, no lograron impulsar el repunte, golpeadas por un informe de TD Cowen que señaló la cancelación de arrendamientos de centros de datos por parte de Microsoft.

Martes 25: Presión económica y refugio en los bonos

El martes trajo otra jornada de incertidumbre, con el S&P 500 cayendo nuevamente un 0.5%, acumulando una baja de casi el 3% en tres días. Los bonos del Tesoro brillaron, con el rendimiento del bono a 10 años cayendo 10 puntos base a 4.3% y el ETF iShares 20+ Year Treasury Bond alcanzando máximos anuales. El petróleo retrocedió a $69 por barril, el oro bajó a $2,916 por onza, y bitcoin se mantuvo cerca de $88,000 tras una caída nocturna. El VIX cerró en 19 y pico. La confianza del consumidor de febrero, según The Conference Board, mostró su mayor descenso desde agosto de 2021, alimentando temores sobre la salud económica. Home Depot fue una excepción positiva, subiendo más del 3% tras superar expectativas ajustadas a la baja. 

Miércoles 26: Tarifas y bifurcación del mercado

El S&P 500 perdió sus ganancias iniciales tras un anuncio del presidente Trump confirmando aranceles a Canadá, México y la Unión Europea, lo que generó una sesión dividida: tecnología e industriales subieron, mientras que sectores defensivos como salud y consumo básico retrocedieron. El reciente rebalanceo de portafolios hacia sectores defensivos reflejó preocupaciones por datos económicos débiles. El petróleo se mantuvo en $70 por barril, y los bonos del Tesoro se mantuvieron planos.

Jueves 27: Venta masiva e incremento de la incertidumbre

El jueves fue duro para las acciones, con el S&P 500 cayendo un 1.6% y borrando todas sus ganancias del 2025. Una ola de ventas en la última hora eclipsó un inicio prometedor, exacerbada por la confirmación de Trump de aranceles a México y Canadá a partir del 4 de marzo, más un 10% adicional a China. Los bonos del Tesoro sufrieron toma de ganancias en sus partes corta y larga de la curva. Mientras que el oro cayó 1.5% a $2,873 por onza, bitcoin bajó a $83,400, y el VIX alcanzó 21, su cierre más alto de 2025, dentro de una jornada de venta masiva. 

Viernes 28: Rebote con película previa al Oscar

El viernes trajo alivio tras una semana difícil. El índice de gastos de consumo personal (PCE) de enero, la métrica preferida de inflación de la Fed, subió 0.3% mensual y 2.5% anual, en línea con lo esperado, que se tradujo en un incremento de las expectativas de bajadas de tasas. Esto hizo más atractivos los bonos del Tesoro. El S&P 500 subió un 1.6%, recuperando más de la mitad de las pérdidas semanales. El petróleo cerró en $70, el oro retrocedió a $2,858 (rompiendo una racha ganadora de ocho semanas), y bitcoin repuntó a $84,000. Sin embargo, el VIX bajó a menos de 20.

Conclusión

La semana del 24 al 28 de febrero dejó al S&P 500 con una caída mensual del 1.4%, reflejo de un sentimiento negativo sobre la economía, el rebalanceo sectorial de portafolios y la incertidumbre por la política comercial de Trump, lo cual se ve reflejado en una mayor demanda por bonos del Tesoro como activo de refugio.